Ya pasó más de un mes de la habilitación del Autódromo Municipal Juan Manuel Fangio de Rosario, ya se realizó la primera fecha oficial con el Súper TC2000, TC2000, Fórmula Renault 2.0 y Fiat Linea Competizione, el pasado 22 de abril, pero falta lo más importante: que el predio esté abierto para que toda la gente que vive del automovilismo pueda trabajar.
Los políticos adornaron de frases a la prensa y al público en las diferentes conferencias y eventos de presentación, pero luego de la mediática carrera de STC2000 no se realizó más nada a favor del autódromo por parte de esta gente. Por ahora, en vez de ser un espacio de ingresos económicos públicos, es una estafa hacia las miles de familias que viven del automovilismo en la región de Rosario y de toda la provincia de Santa Fe, además de la gente de afuera. La razón es sencilla: el presupuesto de las obras fue compartido entre la ciudad y la provincia, así que lo lógico sería que a los santafesinos que les sirve el lugar, deberían poder utilizarlo, pagando el canon como ocurre en todos lados, pero debería hacerse. La realidad es que el autódromo está cerrado y casi que no se puede ni ir a mirar cómo está.
Miguel Pedrana, presidente del autódromo, expresó esto en el famoso lanzamiento de la carrera:
Con estas palabras uno no puede hacer nada más que ratificar el
incumplimiento. La puesta en marcha del circuito nunca existió para los pilotos
de la región, sólo sirvió de pantalla para un evento nacional, y ahora se está
discriminando a los que quieren probar, a los zonales que quieren correr y ni
hablar de las picadas, que fueron totalmente prohibidas por ahora.
Uno de los temas más llamativos es una inaudita propuesta de autolimitaciónde actividades, para “no molestar” a los vecinos que tanto daño le hicieron a
un recinto deportivo que está allí desde al menos tres décadas antes de que se
poblara la zona. Los ruidos molestos son la excusa perfecta para tapar el
trasfondo, que es el negocio inmobiliario.
Roberto Mayorana, jefe de prensa de STC2000, fue muy claro al explicar el
por qué Rosario es un éxito popular para el automovilismo:
En total, en esta carrera que se hizo el fin de semana del 22 de abril, se
presentaron 45 mil expectadores el domingo bajo lluvia, algo tan impactante, que
para que se entienda bien se deja en claro que esa cantidad es mayor a la que llevan
Newell’s Old Boys o Rosario Central en fútbol a sus respectivos estadios. A
contrapartida, otra situación que cada vez es más evidente, es la minoría de
personas que está en contra del circuito. Este año, sólo una persona es la que
se proclama de esa manera, el abogado Rodrigo Pujol, vecino del lugar y es quien
presenta juicios cada vez que puede.
Fabián Yannantuoni, piloto de Súper TC2000 y representante de Capitán
Bermúdez y Rosario, previo a esa tan importante fecha, había declarado esto:
Sus temores se hicieron realidad por el momento, y lamentablemente no hay
voluntad de nadie para que las cosas se resuelvan de la manera correcta. En
ningún autódromo del mundo se registran víctimas por exceso de sonido de un autódromo; en
Argentina nadie se queja, y los que no les gusta el ambiente, generalmente
están a favor de que haya deporte porque se generan ingresos millonarios, que
van a parar a todos, no a una boletería. Para remarcar, no hay que olvidar que más allá de una carrera, los pilotos y equipos deben probar durante los días de
semana, porque viven de eso y es un predio para trabajar. A esta gente hoy en
día la hacen viajar y gastar más dinero para irse a otras ciudades a ensayar
con sus autos, o en el caso de muchos otros, directamente no prueban por temas
presupuestarios. Esto equivale a no mejorar el rendimiento de trabajo, lo cual condiciona para abajo todas las condiciones de las escuderías y pilotos en cuestión. A como estaba antes, para muchos sigue siendo lo mismo que esté o no.
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